No existe mayor satisfacción que ver una agencia recoger un premio, quedar finalista o simplemente verla contenta porque su campaña ha tenido éxito, en parte, a nuestro lunarcito de aportación. Haberle ayudado a buscar el lunar adecuado, el perfecto, el creíble y que le haya servido nos dibuja una sonrisa en la cara. Llevamos ya diez años haciendo casting de publicidad en Madrid, diez años con la sonrisa pintada en la cara.